Durante la Guerra civil de 1936, más de 400 brigadistas murieron en la batalla de Madrid y fueron enterrados en el camposanto de Fuencarral. Una vez finalizado el conflicto, cuando las tropas falangistas entraron en la capital y llegaron al cementerio, los cuerpos fueron removidos y lanzados al monte del Pardo. En 2021 Vox intentó sin éxito retirar los monumentos y placas que homenajean a estos soldados.