Un no-lugar, como ya expusieran Marc Augé en el campo de la antropología o Ballard en el de la ciencia ficción, es un espacio intermedio que no nos proporciona identidad, la sustrae en cierto modo. Nos interesa la relación de estos conceptos aplicada a la poesía: “No hay tiempo para la poesía”, que escribiera Carilda Oliver Labra. El género en sí es un no-lugar entre géneros literarios. La poesía es el margen, nota al margen, musicalidad, cuerpo, experiencia, juego de repeticiones que dotan de otros significados al significante en sí. Así trabajamos el género poético: tejiendo un espacio sonoro que dote de significado a esos espacios residuales, víctimas de la aceleración por procesos capitalistas o del avance desmesurado del neoliberalismo. Nos interesa poner el acento en cómo afectan estos espacios urbanos al medio ambiente, en cómo abundan tras determinados procesos históricos, crecen, destinados al desuso o a refugiar a damnificados por el contexto social. Cómo la naturaleza toma partido, se apodera de ellos con sus ramas, árboles creciendo en su interior. Cómo el tiempo ha ido comiendo espacio al tiempo, nos interesa pararnos un momento. Olvidar el miedo que suscita, considerarlo una mentira.
BIOGRAFÍA
VOC·DAT la conforman la poeta, artista multidisciplinar y periodista Alicia G. Núñez, el músico experimental Daniel Álvarez y la artista plástica y poeta Ángela Gemio. También es el acrónimo del verso de Alejandra Pizarnik: “Vértigo o contemplación de algo que termina”.
Trabajan en el campo del arte sonoro contemporáneo, la música electrónica experimental y la poesía. Entre sus investigaciones se encuentra la obra de autoras como Gloria Fuertes, Virginie Despentes, Adrienne Rich o A. Pizarnik y la suya propia. Sus directos son aleatorios e improvisados en tiempo real. Cada muestra de su producción es única en términos performáticos.